Las amígdalas son unas estructuras situadas a ambos lados de la garganta que intervienen en la defensa contra las infecciones en la etapa infantil. Su infección conocida como amigdalitis produce dolor, fiebre y ganglios cervicales. En algunas ocasiones se infectan crónicamente o quedan grandes de tamaño, dando problemas obstructivos respiratorios y del sueño, así como alteraciones en el desarrollo del paladar y colocación de los dientes. Cuando el tamaño de las amígdalas es grande es relativamente frecuente el acúmulo de un material blanquecino denominado caseum que produce molestias locales y mal olor de aliento (halitosis).
Las vegetaciones adenoideas son unas estructuras similares a las amígdalas pero que se localizan detrás de las fosas nasales. Su infección produce mucosidad nasal persistente y si aumentan de tamaño dan lugar a obstrucción nasal, ronquidos, voz nasal, otitis de repetición y problemas auditivos.
El tratamiento de la infecciones de estos órganos consiste en la administración de fármacos analgésicos, antiinflamatorios y a menudo antibióticos. En algunas ocasiones es necesario un tratamiento quirúrgico denominado amigdalectomía para las anginas y adenoidectomía para las vegetaciones. En las reducciones parciales de las amígdalas por problemas obstructivos se usa a veces el término de amigdaloplastia o simplemente reducción amigdalar.